Hernias discales, ¿cómo actuar?

Hoy os hablamos en el blog de Tufajalumbar de las hernias discales o de disco, qué las producen, los síntomas, y sus posibles tratamientos. Además veremos si hay alguna forma de evitarlas o cómo podemos mitigar su dolor.

Comenzamos definiendo qué son las hernias discales. Como su propio nombre indica afectan a los discos que hay situados entre las vértebras, por ello se conocen como discos intervertebrales. Estos discos son las almohadillas que separan las vértebras de la columna. Cuando se produce un desplazamiento de un disco se dice que se padece una hernia discal. Generalmente suelen desplazarse los discos de la zona lumbar (parte baja de la espalda) o de la zona cervical (cuello).

¿Por qué se desplazan los discos intervertebrales?

Hay dos causas comunes que pueden provocar un desplazamiento de disco y por tanto una hernia discal. Estas son los traumatismos y el deterioro o desgaste del disco.

hernia discal. Fuente: http://www.medical-exercise.com/

¿Duelen las hernias discales?

Cuando se desplaza el disco puede acabar comprimiendo la médula espinal, una raíz nerviosa o la cauda equina. Cuando esto ocurre, cursa con dolores fuertes que pueden llegar a ser incapacitantes y pueden llegar a provocar daños neurológicos. Si el disco desplazado no presiona ninguna de estas zonas, la hernia no provoca dolor, a éstas se las conoce como hernias asintomáticas.

¿Qué otros síntomas provocan las hernias discales?

Los síntomas varían en función de la zona comprimida. Si el disco toca algún nervio, además del dolor provoca pérdida de fuerza, hormigueo en las articulaciones superiores y/o inferiores, ciática. Si presiona la médula espinal puede llegar a producir parálisis, pérdida de sensibilidad. También puede provocar espasmos musculares y hormigueos. Pérdida de control sobre la vejiga. Si la zona afectada es la cauda equina, en este caso podemos sentir parálisis de las piernas, de la zona del recto, ano, caras internas de los muslos y descontrol de la vejiga.

¿Se pueden evitar las hernias discales?

Las hernias discales que se producen por desgaste o envejecimiento son evitables con una serie de pautas saludables. Las malas posturas a la hora de cargar peso, realizar trabajos pesados, malas posturas…, favorecen este desgaste y pueden suponer el desplazamiento final del disco. Por tanto son evitables.

Podemos evitar estas hernias discales fruto del desgaste del disco llevando una vida sana. El ejercicio nos ayuda a mantenernos en forma y fortalecer nuestros músculos, restando así esfuerzo sobre los huesos y cartílagos. El sedentarismo unido a la obesidad hace que las personas sean más propensas a sufrir hernias discales.

Hernias discales

Otro factor importante para evitar las hernias discales es tener una correcta higiene postural. Si realizamos trabajos pesados es importante proteger nuestra espalda. Si tenemos que cargar peso conviene hacerlo sin ejercer toda la fuerza sobre nuestra espalda. En este punto, las fajas lumbares nos ayudan a mantener protegida nuestra espalda.

Hay otras hernias discales provocadas por traumatismos o por disposición genética que es muy difícil evitar. Pero tener una buena forma física ayuda a sobrellevarlas mejor.

¿Cómo tratar las hernias discales?

Es fundamental ponerse en manos de especialistas. Los traumatólogos y/o fisioterapeutas son los que valorarán nuestra lesión y decidirán el mejor curso de tratamiento. Son ellos los que nos deben pautar en caso de ser necesarios fármacos para el dolor, para reducir la inflamación.

El fisioterapeuta puede tratar la hernia discal con varios tratamientos pasivos como masajes de tejido profundo, estimulación eléctrica (TENS), y el sistema Tecar Terapia (Hipertermia profunda). Además son ellos los que nos dirán qué ejercicios son los más adecuados para prevenir recaídas. Entre ellos están los ejercicios de Pilates en los Reformers que fortalecerán nuestra espalda además de dotarle de flexibilidad.

Hernia discal infiltraciones

En caso extremos se puede recurrir a infiltraciones de suero con factores de crecimiento que se extraen de la sangre del paciente o infiltraciones mediante la técnica Orthokine que añade el efecto de los anti inflamatorios a los factores de crecimiento.

En algunos casos el desgaste o el traumatismo puede ser tan elevado que el tratamiento de la hernia discal debe pasar por el quirófano. Serán los médicos los que valoren el estado y los qué decidan qué intervención es necesario practicar: cirugía de descompresión, sustitución del disco o cirugía de fusión espinal.

En el centro médico Artrosport de Alicante son especialistas en el tratamiento de hernias discales. Su equipo médico y de fisioterapeutas evalúa cada caso y cursan el tratamiento necesario de manera personalizada.

Tratamientos de la artrosis lumbar: ácido hialurónico, factores de crecimiento y Orthokine

En el blog de Tu Faja Lumbar hoy vamos a hablaros de una dolencia que afecta a esta parte de la espalda: la artrosis lumbar. Veremos los distintos tratamientos que mejoran la calidad de vida de los pacientes que la padecen, al aliviar sus síntomas. Esta enfermedad no tiene cura, pero sí podemos reducir el dolor y la rigidez que provoca.

La artrosis lumbar es una enfermedad degenerativa provocada por el desgaste de los cartílagos que recubren la columna lumbar. Se inicia con el deterioro de los discos y de las articulaciones de la zona. Este desgaste provoca dolor, entumecimiento, rigidez, que dificulta los movimientos y merma la calidad de vida de las personas que la padecen, y puede desencadenar en la fusión de las vértebras en los estadios más avanzados de la enfermedad.

En el post de hoy hablaremos de tres técnicas o tratamientos que mejoran los síntomas y nos ayudan a llevar una vida normal: el ácido hialurónico, factores de crecimiento y Orthokine. Estas técnicas se pueden complementar con tratamientos no farmacológicos como los masajes, la hipertermia profunda y la estimulación nerviosa mediante electrodos. De este modo lograremos aliviar el dolor y reducir la inflamación. Es importante poneros en manos de expertos fisioterapeutas que os pautarán las mejores técnicas y ejercicios.

Tratamiento de la artrosis lumbar con ácido hialurónico

El ácido hialurónico es un componente presente en los cartílagos de nuestro cuerpo. La artrosis, como os decimos, deteriora estos tejidos, de ahí que el tratamiento basado en infiltraciones de ácido hialurónico ayuda a frenar este desgaste, regenerando la articulación. De esta forma se reduce el dolor y mejora la movilidad.

Puede aplicarse en fases avanzadas de la enfermedad. La función del ácido hialurónico es la de retener el líquido de nuestros cartílagos, de este modo se evita su desgaste, mejorando la elasticidad de las articulaciones.

Sus beneficios se alargan en el largo plazo, llegando a ser beneficiosos hasta en un periodo de un año. Debe ser un profesional, la persona que paute el tratamiento y lo administre, en función del grado de desgaste de la articulación. Es importante que la infiltración sea dentro de la articulación, no de manera intravascular ni extravascular.

Tratamiento de la artrosis lumbar con factores de crecimiento

Los factores de crecimiento son una técnica de regeneración celular que reduce la inflamación, frenando el desgaste de las articulaciones y reduciendo el dolor. Estos factores de crecimiento se extraen de la sangre del paciente afectado.

El tratamiento consiste en una extracción de sangre del paciente, ésta se centrifuga y se separa la fracción más rica en plaquetas de la que se obtienen los factores de crecimiento. Una vez obtenida esta sustancia se inyecta en la zona lesionada por vía intra articular o muscular. Los beneficios se notan desde el primer momento y al ser una sustancia extraída del cuerpo del paciente, no hay rechazo al tratamiento.

tratamiento artrosis lumbar

Como señalan en la web del centro especializado en Medicina Deportiva Artrosport de Alicante, “el 78% de los pacientes que reciben el tratamiento experimentan una disminución significativa del dolor y una recuperación significativa de la capacidad de movimiento”.

Tratamiento de la artrosis lumbar con Orthokine

Otra de las técnicas más novedosas en el tratamiento de la artrosis es Orthokine. Consiste en inyectar factores de crecimiento junto con una sustancia con alto poder antiinflamatorio. Su objetivo es eliminar el dolor. Es muy efectiva en los grados más avanzados de la enfermedad. El paciente recupera su capacidad para hacer una vida normal. La razón es que Orthokine aumenta el nivel de proteínas buenas directamente en la articulación, rechazando así de forma eficaz las proteínas destructivas.

Este tratamiento solo debe aplicarse en clínicas y por personal certificado y formado en Orthokine. El centro Artrosport de Alicante es uno de ellos. Contando con una unidad para el tratamiento de la artrosis.

En este vídeo del canal medicinatv, el doctor Manuel Villanueva explica en qué consiste este tratamiento y nos habla de sus beneficios.

Con este tratamiento los beneficios se notan más tiempo y su eficacia es mayor en fases avanzadas.

El centro Artrosport de Alicante está situado cerca del centro comercial Gran Vía, en la Plaza Alcalde Agatángelo Soler, 1. Puedes pedir cita en este enlace. Sus especialistas valorarán tu caso y te pautarán un tratamiento personalizado.

Magnetoterapia versus faja lumbar ¿Qué es mejor?

Hoy analizamos en el blog las diferencias entre la magnetoterapia y la faja lumbar, con el objeto de conocer qué tratamiento es más adecuado para solventar los dolores lumbares y las lesiones en esta zona de la espalda.

El dolor de la zona lumbar o lumbalgia es uno de los más incapacitantes que existen. Según sea la gravedad de la inflamación, puede incluso impedirnos el movimiento. Cuanto antes actuemos ante un simple pinchazo, mejor será el resultado. Lograremos poner fin al dolor y a la inflamación sin llegar a necesitar reposo absoluto.

Al mínimo pinchazo lumbar acude a un especialista

Ejercitar bien la técnica. Fuente: preparacionfisicaesencia

Como siempre que hablamos de lesiones, dolores, inflamaciones, lo primero es acudir a un médico o a un centro especializado que dictamine el alcance de la lesión y establezca el mejor tratamiento a seguir, ya sea farmacológico, fisioterapéutico, quirúrgico. Son los especialistas los que saben cómo actuar.

Una vez que hemos acudido al especialista, el traumatólogo, fisioterapeuta, médico de cabecera, puede prescribir una serie de pautas para acabar con el dolor y reducir la inflamación lumbar. El objetivo es conseguir hacer una vida normal, sin dolores incapacitantes ni molestias.

¿Qué es la Magnetoterapia?

Entre los tratamientos que existen para reducir la inflamación de la zona lumbar se encuentra la Magnetoterapia, una técnica que consiste en crear un campo magnético en la zona afectada, en este caso la zona lumbar. Para ello se aplican una serie de corrientes, alternando entre corrientes de alta frecuencia (a niveles de 26,7 mhz) y de baja frecuencia y corrientes continuas, creando así un campo magnético en la zona lesionada. Este campo magnético permite reducir la inflamación y por ende acaba desapareciendo el dolor.

Magnetoterapia

Para tratarnos con Magnetoterapia debemos acudir a un centro médico que cuente con esta técnica y un especialista nos aconsejará las sesiones que son necesarias para sanar la lesión.

Fajas lumbares de campos magnéticos

Sin embargo, si no queremos acudir a este tipo de tratamientos, también existe la opción más económica de colocar sobre la zona lesionada de la espalda una faja lumbar, para conseguir una curación más rápida os recomendamos las fajas lumbares con efecto magnético, que generan este campo de energía que ayuda a reducir la inflamación. Estas fajas lumbares son especiales, están fabricadas en un tejido en el que se han incluido filamentos de cobre y zinc cosidos en una matriz de silicio, que son los encargados de generar el campo magnético. Se activa por la sudoración natural del cuerpo y su carga eléctrica se mantiene en la zona lumbar mientras que la faja está en contacto con la piel, adaptándose a las necesidades individuales de cada paciente. Poseen unos efectos antiinflamatorios y analgésicos muy efectivos. Son de la marca Spikenergy.

El resto de fajas lumbares sin capacidad de generar un campo magnético nos ayudan a comprimir la zona y evitan los malos movimientos, pero no tiene efecto antiinflamatorio, la recuperación será mucho más lenta.

Las principales diferencias entre aplicar Magnetoterapia o colocar una faja lumbar especial en la zona afectada están en el tiempo de aplicación y en sus resultados. La duración del tratamiento con magnetoterapia la decidirá el fisoterapeuta o técnico que nos aplique el tratamiento, en función de la gravedad de la inflamación o de la lesión. Normalmente en el caso de la magnetoterapia clínica se suelen recomendar dos o tres aplicaciones diarias, en secuencias de quince a cuarenta y cinco minutos en función del equipo.

Para que la faja lumbar con magnetoterapia tenga efecto y reduzca la inflamación, es necesario llevarla más tiempo, al menos 8 horas diarias, ya que la intensidad del campo electromagnético es mucho menor. El coste de este tratamiento también es menor y no es necesario acudir a una clínica.

Este tipo de tratamientos de la lumbalgia mediante campos magnéticos ya sea aplicados clínicamente o mediante fajas lumbares espaciales están contraindicados para mujeres embarazadas y para personas que tiene implantado un marcapasos, ya que pueden alterar su funcionamiento.

Fisura, protusión y hernia discal

Muchas veces salimos de la consulta, sabiendo que algo nos pasa en la columna porque sentimos un fuerte dolor, pero sin saber de qué se trata exactamente. La terminología médica nos queda lejos, y nos resulta todo un poco parecido.

En el post de hoy, vamos a aclarar algunos conceptos, en concreto, de qué hablamos cuando hablamos de: una fisura, una protusión o una hernia discal.

lesión espalda. Fuente: http://www.hola.com/

Fisura de disco intervertebral

La fisura discal consiste en el desgarro de la envoltura fibrosa del disco. Esto puede deberse a un esfuerzo intenso puntual o continuado. El núcleo pulposo del disco se proyecta hacia el lado contrario al que se realiza el movimiento. Esto causa que el núcleo tome contacto con las fibras más internas del anillo fibroso y las lesione de manera parcial.

La forma más típica es la fisura radial, en la que el desgarro es perpendicular a la dirección de las fibras.

Protusión de disco intervertebral 

La protrusión discal consiste en la deformación de la envuelta fibrosa por el impacto del material gelatinoso del núcleo pulposo contra ella. 

Las causas son las mismas que en el caso de la fisura del anillo fibroso, solo que ahora, éste no se fisura, sino que se abomba, trascendiendo la superficie del platillo vertebral.

La protrusión produce sintomatología, relacionada principalmente con la invasión del espacio por el que salen las raíces nerviosas raquídeas, el agujero de conjunción y el consiguiente pinzamiento del nervio. Lo que causa:

– Dolor, generalmente irradiado al territorio del nervio pinzado.
– Parestesia o adormecimiento en el territorio del nervio, de tratarse de un nervio sensitivo.
– Paresia, o pérdida de fuerza y atrofia, de tratarse de un nervio motor.

Hernia discal

Si la envoltura del anillo fibroso llega a romperse y parte del núcleo pulposo sale fuera del disco intervertebral, se diagnostica una hernia discal.

Los síntomas son similares a los de la protusión, ya que en ambos casos se comprimen las raíces nerviosas.

Tanto en la protusión como en la hernia discal nos encontramos con:

  • Inestabilidad vertebral: El disco dañado ya no es capaz de mantener las necesidades básicas de estabilidad, y provoca dolor. En consecuencia, el paciente tiende a evitar el movimiento, lo cual conlleva una atrofia muscular de la zona agravando el cuadro doloroso.
  • Afectación neurológica: El prolapso del disco (tanto en la hernia discal como en la protrusión) puede contactar con la médula espinal o con la salida de la raíz nerviosa provocando una afectación neurológica (braquialgia o lumbociática, según el nervio afectado).

En este blog dedicamos un par de posts para explicar qué es una hernia discal y su tratamiento. En ellos puedes ampliar información.

Una imagen vale más que mil palabras

Fisura. Fuente: http://www.espalda.org/ Fisura del anillo: En la imagen de arriba podemos observar cómo al desgarrarse la envoltura hace que el núcleo entre en contacto con las fibras internas del anillo, produciendo que se lesione parcialmente.Protusión. Fuente: http://www.espalda.org/Protusión del anillo fibroso. Fuente: http://www.medical-exercise.com/

1.- Protrusión del núcleo pulposo contra el anillo fribroso. 2.- Médula espinal

Protusión del núcleo pulposo: En la imagen vemos que ahora hay un abombamiento y deformación de las fibras del anillo, debido al impacto del núcleo. Y este abombamiento produce que se llegue a tocar el espacio por donde salen, entre otras cosas, las raíces nerviosas. Por lo que sería un grado mayor de lesión.

Hernia discal. Fuente: http://www.espalda.org/hernia discal. Fuente: http://www.medical-exercise.com/

Hernia discal (rojo). El núcleo pulposo ha penetrado el anillo fibros fibroso y está ejerciendo presión sobre la raíz raíz nerviosa

Hernia discal: En la foto observamos, que ahora se ha roto totalmente el anillo fibroso, y el núcleo toca y empuja de nuevo el espacio de las raíces nerviosas. Generando la misma sintomatología que en la anterior. Pero siendo un grado mayor de lesión.

Esperamos que este post te haya ayudado a entender qué te ocurre realmente si “esta terminología” es tu diagnóstico. Para cualquier consulta puedes encontrarnos en tu centro especializado Artrosport

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Para cada dolencia, un deporte. Para el dolor de espalda: la natación

En el post de hoy vamos a ver que el mejor deporte para los dolores de espalda es la natación. El deporte puede ser nuestro gran aliado para la recuperación de numerosas dolencias musculo-esqueléticas. Pero es importante saber qué originó dicha dolencia y cuál es el mejor deporte en cada caso.

Según encontramos en el blog elconfidencial, el profesor de fisioterapia de la Universidad Alfonso X el Sabio de Madrid, Pablo García Fernández, el deporte es altamente recomendado para muchas dolencias, pero no todos los deportes son aconsejables para todas las enfermedades.

De esta manera, Pablo García nos dice que para el dolor de espalda, lesión común en la actualidad debido al sedentarismo, el deporte más recomendable es la natación.

También nos aclara que no así todos los estilos, “Lo mejor es nadar a crol o a espalda, ya que son trabajos de tipo simétrico, con posiciones neutras, en los que no hay extensiones forzadas”.

natacion crol. Fuente: http://g.cdn.ecn.cl/kinesiologia

El sedentarismo aumenta el riesgo de padecer dolor de espalda o que si aparece se prolongue por más tiempo y reaparezca fácilmente. Por el contrario, una persona que esta físicamente activa tiene un menor riesgo de sufrir problemas de espalda, ya que la actividad física realizada de manera regular disminuye el riesgo de padecer lumbalgia y otras dolencias.

Y el deporte que mejor le va a la espalda es la natación.

Para el dolor de espalda: la natación

El deporte que mejor puede ayudar a prevenir e incluso a aliviar los dolores de espalda es la natación. Esto es debido a que su práctica nos permite flexibilizar y fortalecer la musculatura y otras estructuras de tu espalda, sin apenas impactar negativamente en la columna.

La densidad del agua hace que nuestro cuerpo no pese en ella, lo que ayuda a que la espalda no tenga que sostener todo el peso del mismo. La natación es un deporte con un impacto prácticamente nulo para la espalda.

Otra de las ventajas de la natación es que el agua ejerce un efecto tipo masaje sobre nuestros músculos, lo que contribuye a reducir los dolores de espalda y a que sintamos una sensación de bienestar general después de nadar.

Como hemos dicho anteriormente, no todos los estilos de natación son recomendables en caso de padecer un problema o dolor de espalda. Los más recomendables son “crol y espalda”. Y evitaremos fundamentalmente los estilos “braza” y “mariposa”, ya que suelen suponer un sobre-esfuerzo para la columna, pudiendo provocar dolores o agudizarlos, especialmente en la zona lumbar y cervical.

La-natacion-ideal-para-la-espalda. Fuente: http://femenic.com/

También debemos insistir en que no todos los ejercicios de natación son saludables para todas las personas. Por ello, hay que incidir sobre el principio de individualización, ya que cada caso es un mundo, tanto por la lesión como por el nivel de natación que pueda tener cada persona.

Pese a que hay quienes consideran todo lo dicho hasta ahora un mito, lo cierto es que numerosos pacientes notan los beneficios, los expertos y algunos estudios nos lo resaltan y La Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF) señala que “nadar con suavidad, y de forma no competitiva, puede disminuir el dolor crónico de espalda, y reducir el grado de discapacidad de las personas con lumbalgia. La práctica de la natación, además, mejora la calidad de vida de los afectados por este trastorno”, según recoge la webconsultas.

Lo que sí es importante es tener en cuenta algunos aspectos, ya que pese a ser considerado el deporte idóneo y de impacto prácticamente cero sobre la espalda, como cualquier otro deporte, hay que aprender a ejecutar bien la técnica y saber cómo realizarlo de manera correcta, ya que de lo contrario, sí que podría perjudicar la columna.

Esto en definitiva se reduce en:

  • Aprende a nadar y ejecuta la técnica correctamente. Para ello un monitor especializado puede enseñarte una técnica correcta que se adapte a tus necesidades, como hemos escrito anteriormente, empezar de manera individualizada.
  • Ejercítate de manera gradual: escucha tu cuerpo y autorregulate. Nadar en exceso o hacerlo de forma muy intensa puede ser contraproducente.
  • Evita los giros y torsiones bruscas. Evita también levantar mucho el cuello y tensar la zona lumbar. Lo mejor es mantener el cuerpo en posición horizontal el mayor tiempo posible.

Ejercitar bien la técnica. Fuente: preparacionfisicaesencia

  • Según el blog vitonica, hay que considerar algunas recomendaciones según las diferentes dolencias:
    • Hiperlordosis, llamamos así a la desviación de la columna que hace que el arco lumbar sea mayor de lo que debiera. En este caso se recomienda nadar de espalda y si es posible con cinturón pélvico de flotación, para evitar forzar la zona. Si realizásemos ejercicios de estilo braza, podría empeorar la dolencia, debido a que la columna vertebral se arqueará más.
    • Hiperlordosis cervical: Crol con cabeza dentro, crol con un brazo y tabla, espalda con la barbilla cerca del pecho, espalda con un brazo y el otro en el pecho.
    • Hiperlordosis lumbar: Crol con cabeza dentro, todos los ejercicios de espalda, espalda con los dos brazos simultáneos, espalda con un solo brazo y braza vertical.
    • Escoliosis: llamamos así a la desviación lateral de la columna vertebral. En este caso sería conveniente realizar ejercicios unilaterales con el lado menos tonificado. Cualquier estilo siempre que no sea una escoliosis pura. Si está combinada con cualquier otra patología atenerse a los ejercicios descritos más arriba.
    • Hernias discales: En este caso, para evitar el movimiento de rolido típico de la natación, lo más recomendable es trabajar con un snorkel o tubo e intentar mantener una posición lo más horizontal y extendida posible.
    • Hipercifosis dorsal: Crol con cabeza fuera sin hiperextensión cervical, crol con cabeza dentro, crol con un brazo, espalda con la barbilla alejada del pecho, espalda con un brazo.
    • Rectificación cervical: Crol con cabeza fuera, crol normal, espalda normal y, sobre todo, braza.
    • Rectificación lumbar: Crol con cabeza fuera, espalda y, sobre todo, braza.

En cualquier caso, es muy importante que sigas las indicaciones de tu médico especialista y si te decides por éste deporte, que sigas también las indicaciones de un monitor experto.

Para cualquier consulta, déjanos un comentario o ponte en contacto con nuestro equipo de especialista en artrosport o llamando a los teléfonos: 636486758 y 965242721.

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Fortalece la espalda con Yoga y Pilates

En el artículo de hoy vamos a hablar de dos disciplinas que nos pueden a ayudar considerablemente a fortalecer la musculatura de nuestra espalda: el Pilates y el Yoga.

Como en todos los deportes y prácticas, se requiere de continuidad y ser constante, y señalo este aspecto, porque aunque parece obvio, una vez que nos ponemos a realizar la disciplina elegida, no lo es tanto.

Vivimos en la era de lo inmediato, de la no perseverancia, de querer las cosas “para ayer”,… queremos tener los resultados sin haber pasado por el proceso, llegar a la meta sin recorrer el camino. Y siento deciros, que si queremos ver cambios tenemos que hacer cambios. Y puedo parecer rotunda, pero como practicante y profesora, observo habitualmente esto en los alumnos. Empiezan con ilusión y al poco tiempo lo dejan, te dicen que les gusta, pero que no tienen tiempo, dinero o que se han apuntado a otra cosa. Y compruebo, al cabo de un tiempo, que también han abandonado la nueva actividad. No es una cuestión de que la disciplina: Pilates, Yoga, Taichi, etc. no funcione, no es cuestión que el maestro o profesor no sea bueno, no es cuestión de no tener tiempo o dinero, es cuestión que nos requiere dedicarnos un tiempo de calidad y atención a nosotros mismos, que nos requiere disciplina, continuidad y empaparnos de lo que hacemos.

En el video que os muestro más abajo vemos a una mujer de 96 años practicar yoga. Muchos de nosotros, al verla, querremos tener esa flexibilidad, energía y llegar a esa edad con vitalidad, alegría y física y mentalmente con las capacidades que ella presenta, pero mi pregunta es, ¿qué hacemos para ello?. Estoy segura que esta mujer practica yoga todos los días y varias horas. Y aunque muchos al leer esto me digáis que tiene que ver con su genética y otras capacidades,… no todo es la genética. También influyen sus hábitos alimenticios, sus ganas de superarse cada día, de ser feliz, su autoestima y valoración, lo que le lleva a querer cuidarse y estar en forma a varios niveles. Y es muy posible que si sigues leyendo esto a estas alturas, pienses que con el ritmo de vida que llevamos hoy en día, el trabajo, la familia, etc. que no hay tiempo. Bueno, está bien, pero estoy segura, que siempre se puede sacar un poco de tiempo para uno mismo, 20 minutos al día por ejemplo, para estirar, para practicar y para cuidarse, porque ¡merecemos la pena!  

 Y después de dar mi opinión sobre la importancia de cuidarse, y de la importancia de ser perseverante en la práctica que se realice, la que te guste y vaya bien a ti, puede ser una de las que te propongo hoy o no, puede ser un deporte, bailar,… ¡elige!.

¡Empápate de aquello que te apasione!

¡Deja las excusas y cuídate! 

Tanto el Yoga como el Pilates, tienen numerosos beneficios, sobradamente comprobados. Y no sólo físicos.

Realizar sus ejercicios y asanas te corresponde a ti, ¿lo ponemos como propósito para el nuevo año?

 Pilates. Fuente: www.all-makeup.com

La espalda  tiene la función de sostener, proteger y ser soporte de la vida. Como ya mencionábamos en un articulo anterior, según cómo vivamos estas funciones: con carga o ligereza o, con miedo o plenitud, puede ser que la actitud y relación que tengamos con lo que nos rodea y en lo que se pueda ver involucrada nuestra espalda, haga que la tensemos, contracturemos o lesionemos de una forma u otra. 

La mejor manera de prevenir estas molestias es tener una musculatura fuerte y flexible. Para ello, entre otras cosas, existen dos maravillosas practicas: el Pilates y el Yoga, que aunque mucho más allá de trabajar sólo el cuerpo físico, son ideales para hacerlo.

Los aspectos que tienen en común referente al plano físico es que ambos sistemas son excelentes para fortalecer el cuerpo y ganar flexibilidad. En los dos la atención a la respiración es clave (aunque la utilizan de forma diferente) y tanto uno como otro pueden ajustarse a diferentes necesidades y niveles de actividad física.

Pilates

Una de las propuesta que traemos hoy para fortalecer la espalda es el método Pilates. Esta práctica, que recoge el nombre de su creador Joseph Hubertus Pilates, se basa en los conocimientos y experiencia que éste tenía de diversas especialidades como la gimnasia, traumatología y yoga, uniendo de esta forma el dinamismo y la fuerza muscular con el control mental, la respiración y relajación.

Los ejercicios de Pilates dirigidos a mejorar nuestra espalda y la extensión de la columna se centran en el desarrollo de los músculos internos para mantener el equilibrio corporal y dar estabilidad y firmeza a la misma, corrigen la postura ayudando a la consabida higiene postural, lo que reduce dolores de cuello, espalda y lumbares, aumenta la flexibilidad, fuerza, coordinación y agilidad y, en general, se utilizan como prevención, rehabilitación y cura del dolor de espalda.

Con el Pilates, se trabajan músculos que habitualmente no se trabajan en la vida diaria, lo que previene el riesgo de futuras lesiones.

Pilates

El trabajo con la respiración nos ayuda a controlar el estrés, lo que unido a todo lo demás nos ayudará a dormir mejor y a sentirnos con más vitalidad y mejor autoestima. Además tonifica y estiliza la figura.

En artrosport ofrecemos además un Pilates especializado con máquinas Reformer, donde un instructor te hace una primera evaluación y luego un seguimiento personalizado adecuando la practica a tus necesidades.

En esta entrevista, Rubén del Amo, director de Artrosport nos habla del Pilates.

 

Yoga

La otra disciplina que quiero acercaros hoy para el fortalecimiento y mejora de los problemas de espalda, entro otras muchas cosas, es el Yoga. El aspecto físico del yoga es tan solo una mínima parte de esta disciplina.

La palabra Yoga viene del sánscrito ioga y se refiere a una tradicional disciplina física y mental originaria de India.

Uno de los grandes beneficios de esta práctica es que ayuda a mejorar los problemas de espalda, fortaleciendo y relajando los músculos, evitando dolores y mejorando la postura en general.

Mejora el equilibrio y masajea los órganos internos favoreciendo sus funciones, ayuda a la relajación mediante el trabajo con la respiración, a eliminar toxinas y a tonificar el cuerpo. Su practica continuada nos puede llevar a conseguir procesos más profundos como el control de los pensamientos, mejora de la salud y longevidad o ampliación de la conciencia.

Yoga. Fuente: redpacientes.com

En el video de abajo vemos algunas asanas de yoga cuya realización nos ayudan a cuidar la espalda.

Un ejemplo de superación y de rehabilitación gracias a la práctica regular de Yoga es el que os mostramos en el video de abajo.

Los médicos no le daban muchas esperanzas, pero su fuerza de voluntad, constancia, perseverancia y los beneficios intrínsecos de esta práctica, consiguió que no tuviesen razón en sus predicciones. Todo un ejemplo a seguir.

 

Eres lo más importante, ¡Cuida tu espalda, cuida tu salud!

 

Remedios naturales para la lumbalgia

Prácticamente todos sufrimos en algún momento de nuestra vida de dolores en la zona lumbar. Si son muy fuertes o, como coloquialmente se dice, “nos quedamos enganchados”, es importante acudir a un centro médico, pero si la lumbalgia no es muy aguda, quizás podamos ponerle remedio de manera sencilla.

Hoy vamos a daros algunas recomendaciones o remedios naturales, caseros, de los que podéis aplicar en casa para paliar los síntomas cuando el dolor lumbar no es muy agudo.

Lumbalgia. Fuente: vivianayoga.blogspot.com.es

Remedios naturales para la lumbalgia

Llamamos lumbalgia o lumbago al dolor que se manifiesta en la parte baja de la espalda. El dolor aparece por la inflamación de las articulaciones, músculos, nervios o ligamentos que rodean las vértebras lumbares.

Algunas recomendaciones naturales que podemos hacer para paliar los síntomas son:

1. Aplicar frío o calor

Tanto el calor (termoterapia) como el frío (crioterapia) pueden ser beneficiosos si sabemos cuándo aplicarlos.

Como podemos leer en el blog amigo onblood, uno de los remedios caseros más populares y efectivos para tratar la lumbalgia es la aplicación de frío y calor en la zona dolorida. Pero es importante saber cuándo aplicar frío y cuándo calor.

El frío nos ayuda a aliviar el dolor y a rebajar la inflamación en caso de dolor muscular, provocando un efecto sedante y relajante. Lo haremos aplicando una compresa fría o una bolsa de hielo envuelta en una toalla.

Cuando no existe hinchazón es mejor optar por el calor, así aminoraremos el dolor lumbar y favoreceremos la circulación de la sangre, como puede ser en el caso de contractura muscular. Para ello aplicaremos calor mediante compresas calientes o una almohadilla eléctrica. Los baños tibios también son excelentes para relajar los músculos y aliviar las molestias.

Aplicar calor. Fuente: vivianayoga.blogspot.com.es

Resumiendo, el frío se usa en los dolores en los que hay hinchazón para desinflamar y el calor se usa en lesiones que hay tensión y contracción para relajar los músculos y los espasmos.

2. El jengibre como antiinflamatorio natural

El jengibre es conocido por su aporte calorífico, ya que es un alimento de naturaleza caliente, y por su potente poder antiinflamatorio, lo que le hace poseer magníficas propiedades para combatir el dolor lumbar.

Lo utilizaremos en los problemas de lumbares a modo de infusión o cataplasma. Para ello haremos una infusión en proporción dos cucharadas soperas en medio litro de agua, y bien podemos beberla o empapar una gasa en la mezcla, aplicándola en la zona dolorida.

Jengibre. Fuente: salud.univision.com

3. Fitoterapia

Otras plantas que podemos utilizar bien en infusión, comprimidos o cataplasma son:

– Cola de caballo por su poder antiinflamatorio. Se prepara igual que el jengibre y se aplica a modo de cataplasma.

– Vinagre de manzana y verbena. El vinagre tiene propiedades calmantes y ayuda a tonificar los músculos, y junto con la verbena es un buen remedio para la lumbalgia. Prepararemos la verbena de la misma manera que el jengibre y la cola de caballo. Después le añadiremos una cucharada de vinagre de manzana. Y a modo de cataplasma, lo más caliente posible, la aplicaremos sobre la zona dolorida.

– Hapargofito, que gracias a sus propiedades analgésicas y anti-inflamatorias se convierte en un gran aliado. Prepararemos una infusión y la beberemos, dos veces al día.

– Manzanilla, melisa, tomillo o salvia. Tomar infusiones de manzanilla o melisa al principio, hasta que el dolor empiece a remitir. Luego tomar infusiones de tomillo o salvia. Se preparan poniendo una cucharadita de la hierba en agua hirviendo y dejar reposar unos minutos.

Infusiones para el lumbago. Fuente: mistrucosparatodo.blogspot.com.es

4. Aceites esenciales

– Baño con lavanda (Hidroterapia). Si tenemos una bañera, es el momento de utilizarla. Añadir al agua caliente unas gotas de aceite esencial de lavanda, que por sus propiedades sedantes, nos ayudará a calmar y relajar la musculatura tensionada.

Aceite de lavanda. Fuente: salud.univision.com

– Masaje con aceite de almendras y unas gotas de aceite de ruda. Añadir 3 gotas de aceite esencial de ruda por una cucharada sopera de aceite de almendras. Dar masajes suaves en la dirección de músculo sobre la zona dolorida.

Masaje para la lumbalgia. Fuente: www.fisiolution.com

– Masaje con árnica. Una crema o mascarilla con árnica puede ser una excelente opción. Ésta es una de las mejores plantas que existen a la hora de combatir todo tipo de dolores musculares y articulares. Dar un masaje con aceite o crema de árnica nos proporcionará un gran efecto calmante.

– Masaje con aceite o alcohol de romero. Tiene un gran poder tonificante, lo que hace que mejore la circulación sanguínea, y esto a la vez alivia la pesadez, calma y cura los músculos. Tiene un gran poder antioxidante, por eso funciona muy bien para tratamientos degenerativos como reuma o artrosis.

Aceite de romero. Fuente: otramedicina.imujer.com

5. Cataplasmas.

Aunque ya hemos visto que tanto el jengibre como la cola de caballo podíamos aplicarlos externamente a modo de cataplasma, vamos a ver a continuación algunas cataplasmas muy beneficiosas para el dolor lumbar. Si bien sabemos que a veces puede ser un poco “aparatoso” prepararlas, quizás nos merezca la pena, ¿no?

– Cataplasma de ajo y arcilla. El ajo, aplicado de forma externa, aumenta la temperatura de la zona, lo que ayuda a combatir el dolor. Para ello, prepararemos una cataplasma que aplicaremos, lo más caliente posible, dos veces al día.

Hervir 7 dientes de ajo con una taza de agua durante unos 5 minutos. Después verter una taza de arcilla y remover bien, obteniendo una pasta homogénea. Aplicar en la zona lumbar y dejar reposar mínimo media hora.

Arcilla para la lumbalgia. Fuente: svejo.net/2282379

– Cataplasma de patata. La patata ayuda a combatir dolores de espalda como el lumbago. Para ello prepararemos una cataplasma haciendo un puré de patatas, colocándolo sobre una gasa y aplicándolo sobre las lumbares.

Cataplasma. Fuente: www.ayurvedaasturias.es

– Cataplasma de avena. Bien son conocidos los efectos calmantes de la avena. Prepararemos una cataplasma que aplicaremos 3 veces al día.

La preparación es: calentar un litro de agua y, cuando rompa a hervir, agregar 400 gr de avena. A continuación, tienes que dejar hervir durante 15 minutos, retirar del fuego y escurrir la avena. Ponerla en un trapo, y doblarlo bien. Según la aplicamos en la zona a tratar, la taparemos con una toalla para mantener el calor.

– Cataplasma de repollo. Las hojas de repollo son populares por su efecto antiinflamatorio y relajante.

Para hacer la cataplasma machacaremos unas hojas con un poco de leche en un recipiente, y lo dejaremos reposar durante 5 minutos. Las colocaremos después sobre la zona sujetándolas con una venda para que no se muevan. La dejaremos actuar unos 15 minutos.

6. Pimienta de cayena. En realidad es un pimiento con un alto contenido de capsaicina, lo que produce un efecto picante. Esto, mezclado en una crema, mascarilla o ungüento puede dar muy buenos resultados, ya que tiene acción analgésica. Masajea sobre la zona afectada.

Cayena como analgésico. Fuente: vivesana.blogspot.com.es

7. Cloruro de magnesio (sales de Epson). Dependiendo de las causas por las que se ha producido la lumbalgia, con las sales se puede aliviar rápidamente la dolencia. Tomaremos diariamente, durante un mes, una cucharadita de café disuelta en un vaso de agua (si tu cuerpo no la tolera porque está un poco amarga, diluir con mas agua).

8. Alimentación depurativa. Se recomienda hacer una cura depurativa del organismo para eliminar los metales pesados (mercurio y plomo) que se acumulan en la columna empeorando la enfermedad. Para ello nuestra dieta se basará en fruta y verduras (a ser posible ecológica). Podemos complementarla tomando vitamina B. Piña cruda, levadura de cerveza, lecitina de soja o germen de trigo, nos pueden ir de maravilla.

cuida tu alimentacion para depurar. Fuente: puntdesabor.com

En el libro 88 enfermedades: alimentos, baños, emplastos, licores medicinales  podéis encontrar algunos alimentos y zumos recomendados para la lumbalgia.

9. Descanso. Muchas veces, por “sencillo y obvio”, se nos olvida descansar. Muchas veces no nos lo permitimos hasta que el dolor realmente nos impide movernos o llevar nuestra actividad normal. Descansar cuando empieza a darnos las primeras señales es una manera bonita de cuidarnos y que ese dolor no vaya a más.

10. Moverse o realizar actividad física suave. Aunque a primera vista pueda parece una contradicción con el punto anterior, no lo es. Si el cuerpo nos indica que paremos hay que escucharlo y descansar, pero durante el tiempo justo y necesario. En plena crisis de lumbalgia no está recomendado hacer ejercicio, aunque sí se aconseja estar lo más activo posible. Para acelerar la recuperación y reducir el riesgo de que se repita en el futuro, es importante que evitemos el reposo excesivo en cama y mantengamos el mayor grado de actividad física que el dolor nos permita (como mucho 48 horas en la cama).

Pilates

Además hay que señalar la importancia de realizar ejercicio para fortalecer la musculatura de la espalda. La cual, si está fuerte, es mucho más difícil de lesionar y/o sufrir una lumbalgia. Deportes como Pilates, yoga o natación pueden ser muy beneficiosos. También los ejercicios y estiramientos recomendados por tu especialista.

Como ves, te ofrecemos un montón de posibilidades que pueden ayudar a paliar los dolores lumbares, si bien recomendamos que si los dolores aumentan, no dejes de acudir a un médico especializado, ya que no son incompatibles todos los tratamientos y remedios.

En el centro Artrosport ponemos a tu servicio un amplio equipo profesional de traumatólogos y fisioterapeutas, así como monitores y entrenadores deportivos personales, pilates y todos los recursos que se necesiten para ¡Que tus lesiones no te paren! 

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Deja tu comentario o llámanos a los teléfonos 636 486 758 o 965 242 721 y te atenderemos encantados.

Problemas derivados de la postura corporal ante el ordenador. Corrección postural

El uso o abuso del ordenador se ha convertido en algo habitual en países como el nuestro. Cada vez pasamos más tiempo delante de él, bien sea en puestos de trabajo o estudio, bien sea por hobby en casa o con amigos, o incluso lo usamos en sitios de espera o mientras viajamos. Lo cierto es que ha pasado a formar parte de nuestras vidas y a ocupar muchas horas, y esto, como podemos imaginar, puede ocasionar diferentes daños.

Mala postura ante el ordenador. Fuente: http://img.lagaceta.com.ar/

Riesgos del uso y abuso del ordenador

El uso de las nuevas tecnologías tiene infinidad de beneficios, pero como todo, un abuso o mal uso de las mismas, puede acarrear problemas para nuestra salud tanto física como psicológica e incluso influenciar en cómo nos relacionamos con el exterior.

Algunos riesgos que podemos sufrir son:

  • Problemas de visión: estrés visual, vista cansada o miopía.
  • Problemas de espalda: sobre todo problemas cervicales y lumbares. La parte alta de la espalda es muy propensa a contraerse o a sufrir tortícolis.
  • Problemas en la muñeca y dedos: el dedo de BlackBerry también conocido como artrosis de las costuras y el síndrome del túnel carpiano son algunos ejemplos.
  • Problemas en los codos: ejemplo el codo de tenista.
  • Problemas de obesidad: sobre todo infantil y juvenil
  • Problemas de insomnio. Entre otras cosas como consecuencia de la agitación mental que se produce a causa del exceso de información visual.
  • Problemas de audición: sobre todo si usamos auriculares y la música muy fuerte
  • Problemas de infertilidad: si utilizamos el ordenador sobre las piernas de forma habitual, por ejemplo en el caso de los hombres, la calidad del semen disminuye.
  • Problemas psicológicos: dependencia y adicción al ordenador.
  • Problemas relacionales: aislamiento, no querer salir de casa, relaciones superficiales a través de chats y otros lugares del ciberespacio, etc.

Como podemos distinguir, un “mal uso” del ordenador puede tener múltiples consecuencias. Unas son derivadas del uso o mal uso de la tecnología como tal, y otras de la postura o forma con la que nos acercamos a esa tecnología.

En la imagen se detallan algunos dolores físicos como consecuencia de la postura incorrecta.

Problemas de espalda consecuencia de una mala postura con el ordenador. Fuente: http://tecnostress.files.wordpress.com/

 

Problemas de espalda. Consecuencias del Uso o Abuso del ordenador

En el ámbito que nos abarca, los daños y problemas de espalda derivados de las malas posturas delante del ordenador pueden ser importantes.

Un uso ocasional del mismo, a priori, no supondría ningún riesgo especial para la espalda. El riesgo aumenta si realizamos un uso prolongado del ordenador y en posturas forzadas, tensas e incorrectas.

Una correcta o incorrecta postura delante del ordenador afecta a todo el cuerpo. Vamos a distinguir tres ámbitos en los que puede afectar de manera negativa a nuestra espalda:

* La postura sentada:

En esta postura, los discos intervertebrales sufren más carga y el mantenimiento constante de la misma puede aumentar el riesgo de que se rompan o deformen y aparezca una fisura, protusión o hernia discal. El riesgo es mayor si la musculatura es poco potente, ya que ésta protege los discos.

* La higiene postural:

En este caso ya no nos referimos sólo al hecho de estar sentado, sino que es muy frecuente, cuando estamos con el ordenador, adoptar posturas incorrectas (torcidos, caídos, encorvados, etc.), lo que aumenta innecesariamente la presión sobre los discos intervertebrales y puede derivarse en una fisura, protusión o hernia discal, y como consecuencia de estos daños, si se incrementa el esfuerzo que debe hacer la musculatura puede provocarse una contractura muscular.

* La actividad física:

El uso del ordenador propicia la inactividad física. Los grupos musculares que participan en el funcionamiento de la espalda como son los abdominales y paravertebrales, se coordinan entre sí para mantener el equilibrio en movimiento. Esta coordinación depende de los reflejos nerviosos que, para funcionar correctamente, necesitan repetirse. La inactividad física disminuye ese entrenamiento y empeora los reflejos, haciendo que la musculatura se contraiga inadecuadamente o a destiempo, lo que facilita la aparición de contracturas.

 Corrección postural ante ordenador

En la mayoría de los casos se pueden tomar medidas simples y eficaces para compensar estos riesgos.

Posicion correcta vs posicion incorrecta frente el ordenador. Fuente: http://tecnostress.files.wordpress.com/

Como vemos en la imagen, algunas recomendaciones para prevenir posibles dolores son:

Ajustar la altura de la silla con la del ordenador.

Apoyar la espalda en el respaldo. Contar con un buen soporte lumbar.

– Que los pies estén bien apoyados, y las rodillas en un ángulo de 90º.

– Que la cabeza no esté muy inclinada y a una distancia óptima de la pantalla.

– Las muñecas rectas y los codos pegados al cuerpo.

Distribuir el peso de manera uniforme.

En este vídeo vemos la importancia de un asiento ergonómico para nuestra comodidad.

 

En el vídeo de abajo observamos cómo podemos realizar una buena corrección postural para nuestra espalda de manera sencilla. Hace hincapié en corregir la postura de la espalda, cuidar el apoyo de los antebrazos, mantener el monitor a distancia adecuada y colocarlo en un ángulo de visión que no obligue a inclinarse en exceso.

Respetar las curvas naturales de la espalda, manteniéndola recta es esencial para evitar dolores. Para tratar de acomodar nuestra espalda lo máximo posible es necesario que nos sentemos al fondo de la silla, manteniendo los pies apoyados en el suelo y sin cruzar las piernas.

Otras medidas de prevención son:

Fortalecer la musculatura de la espalda. Deportes como la natación, aerobic o yoga pueden ir muy bien.

Realizar descansos y cambios de postura cada cierto tiempo (por ejemplo cada 30 o 45 minutos). Levantarte, mirar por una ventana, dar pequeños pasos, estirarte, mover los hombros, cambiar de tarea, etc. son muy buenas opciones.

No llevar una vida sedentaria y realizar un mínimo de actividad física. Ir andando al trabajo, subir y bajar las escaleras, practicar algún deporte.

Y sobre todo, te recomendamos que prestes atención a las señales de tu cuerpo, lo que al principio puede ser un síntoma ligero como una tensión, molestia o pequeño dolor, si se mantiene en el tiempo, puede causar un daño mucho más intenso e importante.

Ante cualquier síntoma te aconsejamos que acudas a un centro especializado donde te puedan dar soluciones tanto al daño que ya se ha ocasionado, como quizás crear un programa personalizado de corrección postural y fortalecimiento de la musculatura de la espalda para prevenir daños mayores.

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Conozcamos la ESPALDA

El cuerpo del ser humano tiene un diseño perfecto para experimentar la vida. El tronco es como el tronco de un árbol, las piernas son las raíces y los brazos y cabeza representan las ramas.

Tronco humano. Fuente: web www.thinkstockphotos.ca/royalty-free/root-pictures

La espalda es la parte posterior del tronco. Representa el sostén y el soporte de la vida. También, por estar en la parte trasera del cuerpo tiene la función de proteger.

En el lenguaje coloquial utilizamos muchas frases señalando estas funciones de la espalda, a veces sin percatarnos del sentido profundo de las mismas, como por ejemplo: tener unas buenas espaldas, dar la espalda, arrimar la espalda, cargar sobre la espalda, llevar una cruz a la espalda, con el miedo a la espalda,… Todas ellas haciendo mención a estas funciones de sostenerse y/o sostener al otro o “a la vida”, o de protección como en el caso de “dar la espalda”.

Pero, como podemos observar, muchas veces utilizamos estas expresiones vinculadas a la espalda para indicar aspectos que vivimos como “una carga” y que “echamos sobre ella”. ¿Será por esto que luego nos duele y/o nos la lesionamos?

En éste y otros artículos posteriores os iremos contando aspectos muy interesantes sobre la espalda, las principales lesiones que nos pueden ocurrir, las emociones que atrapamos en ella, etc.

Para empezar, en el post de hoy, vamos a conocer su anatomía. 

La espalda. Características y anatomía

La espalda es la parte posterior del cuerpo humano que va de la base del cuello y hombros a la zona del sacro, cóccix y trasero

espalda-mujer- Christoffer-Wilhelm. Fuente: Blog pinturayartistas.com

Como nos indica la wikipedia, está opuesta al pecho y su altura viene dada por la columna vertebral o espina dorsal. Su anchura va en función de la caja torácica y los hombros.

Todas las partes del cuerpo humano son importantes para el individuo, pero la espalda ha llegado a configurarse como uno de los ejes principales en la anatomía humana, sobre todo para las personas que practican actividad física o deporte.

Las funciones principales de la espada a nivel físico (similares a las emocionales que mencionábamos al principio) son:

– Sostener el cuerpo y permitir su movimiento.

– Contribuir a mantener estable el centro de gravedad, tanto en reposo como, sobre todo, en movimiento.

– Proteger la médula espinal.

Para desarrollar estas funciones la espalda está formada por una parte central, que es la columna vertebral. Esta columna engloba las llamadas vértebras cervicales, dorsales y lumbares, la zona sacra y cóccix. Contienen la médula espinal. 

A los lados de la columna, como ocupando todo el espacio de las vértebras dorsales o torácicas , tenemos el costillar

La anchura de la espalda está definida por los omóplatos en la parte superior, los huesos amplios y planos de los hombros.

Espalda columna. Fuente: Web www.spineuniverse.com

Para permitir el movimiento, la columna vertebral tiene que ser semiflexible. Por eso, no está compuesta por un gran hueso, sino por 33 vértebras aproximadamente, separadas, y dispuestas una encima de otra. Todas ellas se mantienen alineadas y unidas gracias a los ligamentos y músculos que hay en la zona. Para proteger la médula espinal, las vértebras tienen una forma especial; un agujero en su centro por el que discurre la médula, llamado agujero raquídeo.

Y entre ellas existe un disco cartilaginoso, de movilidad limitada que tiene la función de amortiguar, llamado disco intervertebral. Si estos discos se aplastan, comprimiendo la raíz nerviosa, o rompen, ocasionarán molestia y dolor. 

Columna vertebral. Fuente: Web www.spineuniverse.com

Como vemos en la imagen superior, las 33 vértebras de la columna vertebral están distribuidas de la siguiente manera: 7 cervicales, 12 dorsales y 5 lumbares que están separadas por los 23 discos intervertebrales correspondientes. Las 5 sacras que están fusionadas, al igual que las 4 coxígeas, formando los huesos sacro y coxis.

Vértebra. Fuente: Web www.efdeportes.com

Vértebral lateral. Fuente: Web www.efdeportes.com

Además de todo esto, la espalda consta de nervios y tendones interconectados.

El sistema muscular de la espalda está formado por los músculos abdominales, paravertebrales, psoas, glúteos y piramidal e isquiotibiales. 

Los músculos permiten con su contracción que la columna se mueva y gire, pudiendo de esta manera adoptar distintas posturas y movimientos manteniendo el equilibrio sin caerse. Para contribuir a mantener estable el centro de gravedad, la contracción de la musculatura de la espalda actúa como un contrapeso que compensa los movimientos del resto el cuerpo.
La columna se mantiene recta gracias a la coordinación de los músculos paravertebrales con los abdominales y el músculo psoas, haciéndolo del mismo modo que lo hacen las cuerdas opuestas que sujetan el mástil de un barco. Los glúteos fijan la columna a la pelvis y dan estabilidad al sistema, como nos indica la web sobre la espalda.

Por otra parte, si los músculos de la parte posterior del muslo, los isquiotibiales, están acortados, tienden a provocar posturas inadecuadas para la columna vertebral. De las cuáles os hablaremos en un post posterior. 

Los músculos tienen muchos nervios, por lo que su lesión o sobrecarga puede ser muy dolorosa.

Los ligamentos, al igual que los músculos, ayudan en la función de sujeción. 

La musculatura de la columna es muy potente y la columna vertebral es una estructura muy resistente. Los músculos se contraen en numerosos movimientos en los que no participan directamente, pero en los que es imprescindible que dicha musculatura compense el desequilibrio. Por este motivo, a veces, mantener una determinada postura sin apoyar la espalda, supone un esfuerzo importante para la misma y puede llevarnos a una contractura.

Si la musculatura se mantiene activa y entrenada, puede soportar sin problemas muchos esfuerzos y sobrecargas.

Las vértebras, como hemos mencionado, están alineadas una encima de otra, formando una recta, si no es así, el reparto de la carga a ambos lados de la espalda no es simétrico, y se produce un desequilibrio que dependerá esencialmente del número de grados de desviación con respecto a la vertical. 

Una lesión en cualquiera de las partes mencionadas, pueden ser fuente de dolor. En un próximo artículo os comentaremos qué pasa si hay un acortamiento muscular, si la columna está desviada, o si los discos se aplastan o rompen. Así como si se produce una sobrecarga o inflamación muscular o si el hueso se desgasta. 

Para cualquier duda o consulta déjanos un comentario

Problemas y lesiones de espalda más frecuentes

Muchas personas mayores se quejan de dolores de espalda y un buen número de ellas se debe a unos malos hábitos posturales. La columna vertebral, que es la parte del esqueleto que nos mantiene erguidos, padece cuando mantenemos mucho tiempo la misma posición, adoptamos posturas forzadas, realizamos esfuerzos importantes o de forma repetida, y llevamos a cabo movimientos bruscos o violentos.

En el post Conozcamos la espalda, os hablábamos de las funciones que ésta tiene de sostén y protección. La espalda es el órgano de sustentación de nuestro cuerpo y estuche de protección de la médula espinal, que es la encargada de la conducción nerviosa sensitiva y motora a todo el organismo. Funciones que la hacen una parte estructural del cuerpo muy importante. Debido a esto, a todo lo que sostiene y carga, física y no físicamente, el número de lesiones que podemos sufrir en ella se multiplica. Desde la parte alta, o zona cervical, hasta el cóccix y sacro, encontramos un amplio abanico de posibilidades lesiones.

Veamos en el post de hoy, algunas de las lesiones de espalda más habituales.

Dolor de espalda. Fuente: todomujerlatina.blogspot.com.es

Lesiones Frecuentes de Espalda 

  • Lumbalgia o Lumbago: 

La lumbalgia, conocida comúnmente como lumbago, es el término que se emplea para denominar el dolor en la parte baja de la espalda, en la zona de las vértebras lumbares. Este dolor intenso es provocado por diversas molestias de los músculos, nervios o ligamentos que las rodean. Generalmente lo ocasiona un esfuerzo por cargar mercancía, por la inactividad física y atrofia muscular, tensión o estrés, o por largos periodos de pie o sentado.

Se calcula que ocho de cada diez personas han sufrido o sufrirán alguna vez en su vida un episodio de lumbalgia.

 Lumbalgia. Fuente: livanvivo.blogspot.com.es

  • Escoliosis:

Se trata de la desviación lateral de la columna en forma de forma de “S” producida porque las vértebras rotan sobre sí mismas.

La deformación de la columna que provoca la escoliosis puede deberse a un problema congénito o ir desarrollándose con el crecimiento. Aunque es el dolor de espalda más común en la sociedad, muchos ignoran tenerla y no se la tratan.

Los médicos clasifican las curvaturas como:

  • No estructural, es cuando la columna vertebral tiene una estructura normal y la curvatura es temporal. En estos casos, el médico intentará determinar y corregir la causa de la curvatura.
  • Estructural, es cuando la columna vertebral tiene una curvatura permanente. La causa podría ser una enfermedad, un golpe, una infección o un defecto de nacimiento

La prevención es sensiblemente importante en el caso de los niños y adolescentes, ya que esta desviación puede condicionar su crecimiento.

Antiguamente se creía que la escoliosis causaba siempre dolor de espalda. Actualmente se sabe que no es así. El 70% de la población sana presenta cierto grado de escoliosis y sólo aumenta el riesgo de padecer dolor cuando la desviación es de más de 60 grados.

escoliosis. Fuente: www.fisiolution.com

  • Lordosis o hiperlordosis

Afecta a la zona lumbar de la espalda, y se trata de una curva anormal de la columna en esta parte. La curva normal que describe la columna se hace exagerada en el caso de la lordosis, en muchos casos puede ser debido a un acortamiento de los músculos delanteros, por una rotación anterior de la pelvis o por las caderas, lo que causa un aumento anómalo de la curvatura lumbar.

lordosis.

  • Cifolordosis

Se llama así al incremento de las curvaturas raquídeas dorsal y lumbar.

  • Hernia discal

Entre las vértebras que constituyen toda nuestra espina dorsal, existe una membrana o almohadilla, que forman lo que se le conoce como discos intervertebrales, de ahí el nombre de hernia “discal”. Estos discos unen unas vértebras con las otras, permitiendo que podamos doblar la espalda y amortiguando los impactos de nuestro movimiento. El problema surge cuando ese disco se desgasta, las vertebras chocan y los nervios se comprimen, es aquí cuando aparece la hernia discal.

Esta lesión, tiende a desembocar en dolor ciático, el cual se extiende hacia las piernas.

Las hernias discales son más frecuentes en la región lumbar, siendo poco comunes en la zona media y/o alta de la espalda. De aparecer en estas regiones, sería necesario un proceso quirúrgico para atajarla y curarla ya que puede llegar a generar dolores muy fuertes.

Entre un 30 y el 50% de la población sana tiene una o más hernias y/o protusiones discales y, pese a ello, puede llevar una vida completamente normal sin molestias, debido a que la hernia discal por su situación o tamaño no llega a comprimir la raíz nerviosa.

Hernia discal. Fuente: cimafermin.blogspot.com

  • Protusión discal

La diferencia entre una hernia discal y una protrusión discal, es que ésta última corresponde a aquella situación en la que el núcleo gelatinoso impacta contra la envuelta fibrosa, “abombándola” pero sin llegar a romperla. Si la rompe, parte del núcleo del disco sale fuera de la envuelta, constituyendo una hernia discal, y puede comprimir una raíz nerviosa.

hernia discal versus protusion

  • Pinzamiento vertebral o de columna

El pinzamiento vertebral es una lesión que se produce al bloquearse una o más vertebras de la columna, atrapando el nervio y produciendo dolor.

  • Enfermedad de Paget u Osteitis Deforme

La enfermedad o lesión de Paget es aquella que afecta a la formación normal del hueso, produciendo una alteración en el mecanismo de formación y destrucción ósea.

  • Sacroilitis

La sacroilItis, en ocasiones llamada incorrectamente sacroileítis, es una inflamación de la articulación sacroilíaca (sacro e ilion) difícil de diagnosticar. Provoca una continua destrucción de la articulación y la aparición de abscesos.

sacroilitis. Fuente: www.abcfarma.net

  • Artrosis de columna

La artrosis de columna implica un desgaste de los discos intervertebrales aumentando la fricción entre las vértebras.

  • Síndrome de Dolor Miofascial

El Síndrome Miofascial es una lesión que produce dolor muscular en los puntos gatillo y puede aparecer por causas físicas como mala postura o psíquicas como el estrés.

  • Entesitis

La entesitis es un proceso inflamatario de la entesis, el punto donde se insertan tendones y ligamentos en el hueso. El dolor suele acompañarse de inflamación y enrojecimiento.

  • Espondilolístesis 

Se trata del deslizamiento ventral de una vértebra sobre la otra.

Espondilolistesis. Fuente: http://www.ckchile.cl/

  • Espondilolisis

Es la rotura del cuello óseo entre las apófisis articulares de las vértebras de la columna sin que exista desplazamiento.

  • Dorsalgia

Se llama así al dolor producido en la columna dorsal.

Las 12 vértebras dorsales forman lo que se denomina la caja torácica.Y ésta reduce la movilidad y aumenta la rigidez de la columna vertebral a este nivel.

La zona de salida de las raíces nerviosas a nivel de cada vértebra dorsal no se corresponde con el área donde esos nervios recogen la sensibilidad dolorosa. Es decir, los dolores aparecen en la zona dorsal, pero pueden corresponder a un problema en la zona cervical o lumbar. Esto hace que sea más difícil el diagnóstico, puesto que el paciente no es capaz de localizar el dolor en un punto determinado.

Las dorsalgias se suelen deber a: infecciones, aplastamientos vertebrales o hernias de disco.

DORSALGIA. Fuente: terapeutamasajesya.blogspot.com.es

  • Cervicalgia o dolor cervical

El dolor cervical (cervicalgia) abarca desde un leve malestar hasta un dolor quemante e intenso. Puede ser debido a una lesión, a un problema muscular o mecánico, a un pinzamiento nervioso causado por la protrusión de uno de los discos situados entre esas vértebras o debido a una cervicoartrosis.

La cervicoartrosis es la localización de la artrosis en la columna cervical y es una de las causas más frecuentes de los dolores de columna cervical. Su frecuencia es grande, apreciándose en las radiografías del 75% de los pacientes de más de 40 años.

  • Esguince cervical

El esguince o latigazo cervical se produce cuando debido a un movimiento repentino de la cabeza hacia atrás (hiperextensión) y hacia delante (hiperflexión). Este proceso de aceleración – desaceleración provoca la compresión y el estiramiento de los ligamentos y músculos de la columna cervical. Los músculos del cuello se comprimen por un lado y se estiran por el lado opuesto, realizando la misma trayectoria que un látigo cuando lo agitamos en el aire.

Dolor cervical. Fuente: www.infirmus.es

  • Sobrecarga muscular

La sobrecarga muscular se produce por la repetición prolongada de un movimiento en un determinado músculo. Son muchas lesiones las que aparecen a causa de una sobrecarga muscular.

Si estas interesado en estos temas o quieres más información, te invitamos a leer otros artículos, ha dejar un comentario o a pasarte por nuestra web donde encontrarás datos que seguro son de tu interés.