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¿Qué es la hernia discal?

La hernia discal se produce por el desplazamiento o el desgarro del disco intervertebral. (disco amortiguador). Como consecuencia de este desplazamiento el disco comprime la médula espinal o alguna raíz que sale de la médula espinal. El dolor es producido por la  presión que ejerce el disco en los nervios.

Esta situación se puede dar a través de una serie de factores:

El primero de ellos es el envejecimiento, el desgaste de los discos producido por los años puede derivar en hernia discal. Otro factor y desencadenante importante a tener en cuenta cuando hablamos de hernia discal es las malas posturas que habitualmente tenemos a lo largo de nuestra vida. Es importante sentarse bien en cualquier situación, y flexionar las rodillas cuando levantamos peso por ejemplo.

Varios episodios de lumbalgías a lo largo de nuestra vida pueden también avisarnos de la aparición de una hernia discal.

Se trata de una zona muy delicada y si no se la trata bien, puede acabar con dolores muy agudos y preocupantes para el cuerpo humano.

Por otra parte una buena alimentación e hidratarse suficientemente nos ayudarán a  prevenir una hernia discal. Evitar tomar grasas saturadas y azúcar, beber dos litros al día por ejemplo.

Practicar cualquier tipo de actividad física y adecuarse a una dieta sana, nos ayudará a mantener el peso ideal para que no sufran las vértebras y no se produzca una hernia discal.

Tipos de hernia discal

Protusión discal : Las fibras del anillo no están rotas

Hernia discal contenida :Rotura de fibras del anillo, el núcleo se puede desplazar.

Hernia discal extruida: El núcleo pulposo se ha desplazado invadiendo el canal lumbar.

Hernia discal emigrada :El fragmento discal se desprende y se desplaza.

La utilización de una faja lumbar de neopreno o compresiva  puede ayudar a sobrellevar el dolor, ya que aporta estabilidad a la zona y calor.

En todos los casos de hernia discal es muy importante acudir a un especialista de columna para que valore el mejor tratatamiento.

Ander González

¿Qué tipo de faja lumbar utilizar para el dolor de espalda?

Cuando nos encontramos con dolores de espalda fuertes, solemos recurrir a la manta eléctrica que tenemos por casa para aliviarnos el dolor. En estos últimos 10 años, la faja lumbar se ha postulado como el remedio más utilizado para aliviar diversas molestias. La faja lumbar se podría definir como ese artículo ortopédico, o prenda interior elástica que comprime la zona dolorida de la espalda, ciñéndola como si de un corsé se tratase.

Normalmente, se suele encontrar en ortopédias y farmacias y también cada vez más en tiendas online especializadas. Una vez que nos hemos introducido en el mundo de la faja lumbar, explicaremos con detalle algunos de los tipos de faja lumbar que existen, sus características y las ventajas que poseen cada una de ellas.

La faja lumbar clásica de 5 milímetros tipo Vulkan es de neopreno y fabricada con células cerradas. Se recomienda su utilización en casos de reuma, lumbalgia, dolores crónicos y agudos en la columna, dolores con el cambio de clima, espondilosis, hernia discal.

La faja lumbar deportiva Mueller está indicada para conseguir una firme sujeción en casos de protusiones discales o hernia discal. Fabricada en un material muy transpirable tiene la ventaja que se ajusta perfectamente gracias a una segunda banda de sujeción.

La faja lumbar reforzada con cuatro o cinco varillas, tipo Vulkan. Muy recomendada para las post cirugías de espalda. La faja lumbar reforzada con varillas ejerce mayor presión y refuerzo sobre la zona lumbar, es la principal diferencia entre ambos aparatos.

La faja alta de comprensión tensión dinámica Vulkan, se emplea en dolores naturales de la articulación, lesiones de los músculos de la espalda y para post-cirugías de la hernia discal. Se recomienda su uso en las actividades deportivas, domésticas, y profesionales en las que se necesita reforzar y estabilizar la zona lumbar. Para levantar peso por ejemplo.

Desde hace poco años los médicos están recomendando otro tipo de faja lumbar para tratar las lesiones de espalda.
No son fajas compresivas como las fabricadas en neopreno, son dispositivos que tratan la lesión gracias a la magnetoterapia. Llevan por dentro unos filamentos que producen un pequeño campo electromagnético. Posee unos efectos antiinflamatorios y analgésicos muy efectivos. Son de la marca Spikenergy.

Con el mismo tipo de material y de la misma marca está el body faja sacro lumbar, muy recomendado para casos de artrosis de cadera, artritis y lumbalgías crónicas.

En cualquier caso el uso de la faja lumbar debe ser complementado con ejercicios de fortalecimiento y flexibilidad de espalda para obtener un resultado óptimo.

Ander González

Cuida tu espalda en el trabajo

Cuida tu espalda en el trabajo. Adoptando unos hábitos posturales correctos en tu trabajo conseguiras disminuir considerablemente las molestias y dolores que pueden hacerte la vida imposible.

Las lesiones de espalda constituyen uno de los problemas de salud laboral más extendidos (en torno a un 20% de los accidentes registrados).

Si en tu trabajo tienes que estar muchas horas de pie la mejor regla para evitar que te duela la espalda es mantener una postura érguida. Desembarázate de malos vicios como inclinarte para delante bajando los hombros, lo que hará que termines con ‘chepa’. En vez de eso, imagínate que siempre llevas un libro en tu cabeza y que no debes dejar que se caiga. Es un truco útil y sencillo que puede ayudarte y evitarte molestias en tu columna.

Si eres mujer, no te pongas zapatos de tacón alto si debes estar mucho tiempo de pie o caminando . Un zapato completamente plano, sin ningún tacón, tampoco es lo ideal, especialmente si existen problemas de rodilla. Un tacón de 1.5 a 3 cms. suele ser adecuado.

Si por lo contrario tu puesto de trabajo te obliga a pasarte la mayoría del tiempo sentado deberás seguir unas sencillas pautas para proteger tu espalda: Si tu silla tiene reposabrazos, utilízalos. Puede parecer una tonteria pero ayudan a descargar de algo de peso tu columna; otra buena costumbre es mantener tus rodillas al mismo nivel que las caderas (en ningún caso por debajo). Hazte con un reposapies o cambia la altura de tu silla (si es que regulable); también es mejor evitar los huecos entre la parte baja de la espalda (la zona lumbar) y el asiento. Para ello, ponte un cojín que rellene ese espacio. Notarás la diferencia. Aparte, es conveniente levantarse y andar cada 45 minutos.

Si trabajas con ordenador, la pantalla tiene que poderse orientar e inclinar. Debe situarla a unos 45 cms. de distancia, frente a los ojos y a su altura, o ligeramente por debajo.

Si tienes que levantar pesos lo primero que debes hacer es colocarte bien frente a la carga. Flexiona las rodillas, no arquees la espalda y sube el peso sin brusquedad. Si tienes que girar, hazlo en bloque. En el caso de que el peso sea demasiado, no lo dudes y pide ayuda. Mejor eso a que te lastimes tu espalda.

Irene Perezagua

¿Qué es la ciática?

La ciática es la inflamación del nervio ciático. Esto puede llegar a producir un severo dolor, no tan sólo en el nervio, sino que en toda la zona anexa al mismo y las ramificaciones del nervio ciático alcanzando a toda la pierna, el muslo y el glúteo padeciendo un intenso dolor. Debido a la comprensión del nervio a nivel de la columna vertebrales uno de los dolores más intensos que puede sufrir una persona.

El nervio ciático es el más largo y ancho del cuerpo humano. Nace en la pelvis y se va ramificando hacia abajo llegando hasta los pies, aunque es poco habitual que el dolor llegue hasta esta zona. Las ramas más grandes del nervio ciático están en la zona de los glúteos y muslos. Es por eso que el dolor de la ciática, por lo general, se concentra en esas partes del cuerpo.

La ciática ocurre cuando hay presión o daño al nervio ciático, no es un trastorno en sí mismo, sino un síntoma de otro problema que implica al nervio. El síntoma principal lo constituye un dolor agudo que se inicia en la zona lumbar y se irradia por la cara posterior de la pierna hasta el nivel de la pantorrilla o el tobillo. Entre las causas más habituales está la hernia de disco, síndrome piriforme, lesión o fractura de la pelvis. Dependiendo de la causa el dolor puede ser más o menos agudo. Como un hormigueo leve, dolor sordo o una sensación de ardor. En algunos casos, el dolor es tan intenso que imposibilita el movimiento de la persona. El daño puede tener una duración que oscila entre cuatro y ocho semanas.

El tratamiento de este daño requiere en primer lugar el reposo, que no deberá prolongarse más de tres días. Pasado este tiempo es imprescindible comenzar a levantarse y a realizar una actividad física suave y progresiva según vayamos notando menos dolor. En estas fases, es muy eficaz la aplicación de calor local varias veces al día, masaje después del calor y analgésicos simples. Utilización de una faja lumbar para aportar calor localizado a la zona. La práctica regular de ejercicios de rehabilitación y la natación son de gran ayuda para los que sufren de ciática.

Alexis D. Vicente

El dolor lumbar

Todos hemos sufrido en alguna ocasión un dolor lumbar. Técnicamente el dolor lumbar es una dolencia en la parte baja de la espalda que está relacionado con diferentes trastornos de las vértebras lumbares, los músculos, los ligamentos, los nervios y los discos intervertebrales.

Existen diferentes tipos de dolor lumbar, aunque la mayor parte vienen producidos por las malas posturas o el sobreesfuerzo físico. También existen diferentes niveles de gravedad, aunque sólo alrededor del 15% son dolencias graves, mientras que el resto, un 80%, pueden prevenirse o, por lo menos, minimizarse. Es por eso que la mejor prevención ante los dolores lumbares pasa por evitar los movimientos bruscos, calentar antes de comenzar a hacer deporte, adoptar buenas posturas y evitar el sobrepeso.

Algunas de las medidas que pueden tomarse para evitar el dolor lumbar, o para evitar que la lumbalgia empeore son:

– Tomar medidas de higiene postural. Esto es, utilizar sillas y mobiliario ergonómico en el puesto de trabajo o cuando se estudia. En el caso de la oficina, colocar el ordenador en frente del cuerpo, los brazos formando un ángulo de 90 grados y mantener el antebrazo y la mano en línea recta. Intentar apoyar los antebrazos a la hora de escribir, así se evitarán sobrecargas sobre la musculatura que va del hombro al cuello.

– Adoptar también posturas adecuadas mientras estamos de pie o sentados en el sofá.

– Evitar levantar excesivos pesos y, en el caso de hacerlo, evitar flexionar la columna hacia delante y agacharse doblando las rodillas.

– Mantener un peso corporal adecuado y evitar el sobrepeso o la obesidad.

– En el caso de las mujeres, evitar llevar tacones.

– Hacer ejercicio al menos, durante diez minutos al día. De esta forma se fortalecerán los músculos. Hay que evitar hacer deporte si se está ante una crisis aguda de dolor lumbar.

– Si el dolor es muy agudo y persiste, acudir a un especialista.

Una faja lumbar específica te ayudará a estabilizar la espalda disminuyendo así los movimientos bruscos y dolorosos.

Existen diversos ejercicios que podemos realizar en casa para evitar la aparición del dolor lumbar. Sin embargo, para definir cuáles son los mejores ejercicios para cada paciente, el médico deberá realizar una exploración física detallada, así como valorar el historial clínico de cada uno.

Laura Alonso