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Conozcamos la ESPALDA

El cuerpo del ser humano tiene un diseño perfecto para experimentar la vida. El tronco es como el tronco de un árbol, las piernas son las raíces y los brazos y cabeza representan las ramas.

Tronco humano. Fuente: web www.thinkstockphotos.ca/royalty-free/root-pictures

La espalda es la parte posterior del tronco. Representa el sostén y el soporte de la vida. También, por estar en la parte trasera del cuerpo tiene la función de proteger.

En el lenguaje coloquial utilizamos muchas frases señalando estas funciones de la espalda, a veces sin percatarnos del sentido profundo de las mismas, como por ejemplo: tener unas buenas espaldas, dar la espalda, arrimar la espalda, cargar sobre la espalda, llevar una cruz a la espalda, con el miedo a la espalda,… Todas ellas haciendo mención a estas funciones de sostenerse y/o sostener al otro o “a la vida”, o de protección como en el caso de “dar la espalda”.

Pero, como podemos observar, muchas veces utilizamos estas expresiones vinculadas a la espalda para indicar aspectos que vivimos como “una carga” y que “echamos sobre ella”. ¿Será por esto que luego nos duele y/o nos la lesionamos?

En éste y otros artículos posteriores os iremos contando aspectos muy interesantes sobre la espalda, las principales lesiones que nos pueden ocurrir, las emociones que atrapamos en ella, etc.

Para empezar, en el post de hoy, vamos a conocer su anatomía. 

La espalda. Características y anatomía

La espalda es la parte posterior del cuerpo humano que va de la base del cuello y hombros a la zona del sacro, cóccix y trasero

espalda-mujer- Christoffer-Wilhelm. Fuente: Blog pinturayartistas.com

Como nos indica la wikipedia, está opuesta al pecho y su altura viene dada por la columna vertebral o espina dorsal. Su anchura va en función de la caja torácica y los hombros.

Todas las partes del cuerpo humano son importantes para el individuo, pero la espalda ha llegado a configurarse como uno de los ejes principales en la anatomía humana, sobre todo para las personas que practican actividad física o deporte.

Las funciones principales de la espada a nivel físico (similares a las emocionales que mencionábamos al principio) son:

– Sostener el cuerpo y permitir su movimiento.

– Contribuir a mantener estable el centro de gravedad, tanto en reposo como, sobre todo, en movimiento.

– Proteger la médula espinal.

Para desarrollar estas funciones la espalda está formada por una parte central, que es la columna vertebral. Esta columna engloba las llamadas vértebras cervicales, dorsales y lumbares, la zona sacra y cóccix. Contienen la médula espinal. 

A los lados de la columna, como ocupando todo el espacio de las vértebras dorsales o torácicas , tenemos el costillar

La anchura de la espalda está definida por los omóplatos en la parte superior, los huesos amplios y planos de los hombros.

Espalda columna. Fuente: Web www.spineuniverse.com

Para permitir el movimiento, la columna vertebral tiene que ser semiflexible. Por eso, no está compuesta por un gran hueso, sino por 33 vértebras aproximadamente, separadas, y dispuestas una encima de otra. Todas ellas se mantienen alineadas y unidas gracias a los ligamentos y músculos que hay en la zona. Para proteger la médula espinal, las vértebras tienen una forma especial; un agujero en su centro por el que discurre la médula, llamado agujero raquídeo.

Y entre ellas existe un disco cartilaginoso, de movilidad limitada que tiene la función de amortiguar, llamado disco intervertebral. Si estos discos se aplastan, comprimiendo la raíz nerviosa, o rompen, ocasionarán molestia y dolor. 

Columna vertebral. Fuente: Web www.spineuniverse.com

Como vemos en la imagen superior, las 33 vértebras de la columna vertebral están distribuidas de la siguiente manera: 7 cervicales, 12 dorsales y 5 lumbares que están separadas por los 23 discos intervertebrales correspondientes. Las 5 sacras que están fusionadas, al igual que las 4 coxígeas, formando los huesos sacro y coxis.

Vértebra. Fuente: Web www.efdeportes.com

Vértebral lateral. Fuente: Web www.efdeportes.com

Además de todo esto, la espalda consta de nervios y tendones interconectados.

El sistema muscular de la espalda está formado por los músculos abdominales, paravertebrales, psoas, glúteos y piramidal e isquiotibiales. 

Los músculos permiten con su contracción que la columna se mueva y gire, pudiendo de esta manera adoptar distintas posturas y movimientos manteniendo el equilibrio sin caerse. Para contribuir a mantener estable el centro de gravedad, la contracción de la musculatura de la espalda actúa como un contrapeso que compensa los movimientos del resto el cuerpo.
La columna se mantiene recta gracias a la coordinación de los músculos paravertebrales con los abdominales y el músculo psoas, haciéndolo del mismo modo que lo hacen las cuerdas opuestas que sujetan el mástil de un barco. Los glúteos fijan la columna a la pelvis y dan estabilidad al sistema, como nos indica la web sobre la espalda.

Por otra parte, si los músculos de la parte posterior del muslo, los isquiotibiales, están acortados, tienden a provocar posturas inadecuadas para la columna vertebral. De las cuáles os hablaremos en un post posterior. 

Los músculos tienen muchos nervios, por lo que su lesión o sobrecarga puede ser muy dolorosa.

Los ligamentos, al igual que los músculos, ayudan en la función de sujeción. 

La musculatura de la columna es muy potente y la columna vertebral es una estructura muy resistente. Los músculos se contraen en numerosos movimientos en los que no participan directamente, pero en los que es imprescindible que dicha musculatura compense el desequilibrio. Por este motivo, a veces, mantener una determinada postura sin apoyar la espalda, supone un esfuerzo importante para la misma y puede llevarnos a una contractura.

Si la musculatura se mantiene activa y entrenada, puede soportar sin problemas muchos esfuerzos y sobrecargas.

Las vértebras, como hemos mencionado, están alineadas una encima de otra, formando una recta, si no es así, el reparto de la carga a ambos lados de la espalda no es simétrico, y se produce un desequilibrio que dependerá esencialmente del número de grados de desviación con respecto a la vertical. 

Una lesión en cualquiera de las partes mencionadas, pueden ser fuente de dolor. En un próximo artículo os comentaremos qué pasa si hay un acortamiento muscular, si la columna está desviada, o si los discos se aplastan o rompen. Así como si se produce una sobrecarga o inflamación muscular o si el hueso se desgasta. 

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